miércoles, 5 de diciembre de 2012

¿Por qué la religión?


La India no ha mantenido una sola religión, sino que ha sido el origen de muchas, debido a que durante su  historia fue constantemente ocupada por distintas culturas.


Los primeros ocupantes llegaron del Irán Oriental con sus sacerdotes, brahmanes. Ellos llevaron la religión védica, llamada así por sus libros sagrados escritos en sánscrito, los Vedas. Estos libros separarían las siguientes religiones en dos: las que creen en ellos y las que no aceptan su autoridad.


El jainismo es otra doctrina que no toma en cuenta los Vedas y que en la actualidad se sigue practicando. Esta religión se basaba en la necesidad de elevar el alma a un estado superior.

Luego vinieron las dos religiones con más influencia en la actualidad en este país: el budismo y el hinduismo. El budismo tampoco creía en los Vedas y surgió gracias a Gautama Buda, quien era un príncipe que luego de ver la pobreza y desgracia del mundo decide abandonar las cosas materiales y retirarse a meditar, llegando a la conclusión de que lo que se necesita para eliminar la tristeza es eliminar el deseo.

El hinduismo, a pesar de tener ciertas semejanzas con el budismo, sí acepta la autoridad de los Vedas. La meta de todo hinduista es dejar el ciclo de reencarnaciones y seguir a lo divino. Esto lo logran dependiendo de su comportamiento en la vida. 

Pero, ¿Por qué hablar de las religiones de un país cuando lo que queremos es apreciar su arte? Porque el arte de cada cultura es la representación de su realidad. Sobre todo en la India que es única con respecto a lo religioso. Su arte “…vive del encanto de la fábula y de la repercusión de la fábula en el complejo de las pasiones del pueblo.”(Historia Universal del Arte, J.F Rafols, pág. 148). Por esta razón es importante tomar en cuenta el aspecto religioso de una cultura antes de estudiar su arte, ya que generalmente, representa una gran influencia para éste.

martes, 13 de noviembre de 2012

La Cultura Egipcia

  Los egipcios tenían un modo de representar la vida completamente distinto al arte actual. La geografía de la región hacía de la egipcia una cultura bastante cerrada, por lo que su arte era completamente independiente y libre de influencias exteriores. Esto marcó una gran diferencia con el arte de otras culturas que se estaban desarrollando en la misma época, como la mesopotámica.

   El arte contemporáneo está basado en la transmisión de sentimientos, emociones e ideas. En cambio, el arte del Antiguo Egipto buscaba la comprensión de la obra, es decir, la misión del artista era que se entendiera perfectamente la realidad que quería expresar. Por esta razón existía una serie de reglas y convencionalismos que todo autor debía saber y que solo cambiaron por un tiempo durante el reinado de Akenatón y Tutankamón, pero que poco a poco se fueron restableciendo.

  Las reglas egipcias nos permiten ver lo increíblemente jerarquizada que estaba esta cultura. Normas como,  mientras más importante sea una persona, más grande debía verse representada, demuestran la estructura y organización de esta civilización. En el tope de la pirámide social se encontraba el faraón, considerado descendiente de los dioses. Bajo él se encontraban todas las demás clases, que iban desde sacerdotes hasta esclavos.

  Es importante resaltar que al artista egipcio no era considerado más que un artesano. No había diferencia entre el que hacía vasijas y el que pintaba sarcófagos. Tal vez esto explica por qué los artistas eran anónimos. Lo importante no era ser reconocido ni distinguirse entre los demás, su única misión era servir al faraón, lo que se consideraba un gran honor.

  Por supuesto, no se puede hablar del arte egipcio sin mencionar su elemento más representativo: las pirámides. Las obras que en sus paredes se pintaban no eran para ser apreciadas y solo podía observarlas el alma de la persona enterrada. Era como un museo bajo tierra para que, según la creencia, cuando el alma bajara a este mundo pudiera encontrar su cuerpo. Este “museo”, aparte de tener la vida de la persona representada en las paredes, contenía todas las pertenencias de ella.

  El arte egipcio es otro claro ejemplo de que, a pesar de que un imperio caiga y, con éste, muera su cultura; el arte sobrevive y marca para la eternidad la huella de civilizaciones tan importantes como lo fue la egipcia. 

martes, 23 de octubre de 2012

No Somos Tan Diferentes - Arte Prehispánico


    El arte precolombino o prehispánico es el conjunto de obras artísticas e intelectuales (como escultura, arquitectura, textiles, pintura, etc.) hechas por los aborígenes americanos durante el periodo precolombino, es decir, antes que llegaran los españoles a América.

    El arte es el elemento principal que nos permite conocer las civilizaciones prehispánicas y su nivel de desarrollo. Gracias al arte sabemos que para ese momento algunas culturas eran aún muy primitivas, pero otras estaban bastante desarrolladas, como era el caso de los Mayas, Incas y Aztecas. Además de su nivel de desarrollo, su arte nos permite ver su cultura y darnos cuenta que estas civilizaciones, que parecen tan distantes, no son tan distintas a la nuestra.

    En su arte ellos no se modelaban según el canon humano, sino según el animal. Se consideraban inferiores a los animales y querían obtener su fuerza y habilidades, por eso en esculturas y pinturas se ven elementos como personas convirtiéndose en animales o personas parte animal parte humano.

    Generalmente, cuando nos referimos a las personas de esta época pensamos en seres barbáricos e ignorantes. En ese momento debemos darnos cuenta de la arrogancia de nuestra cultura, pues no tenemos derecho a juzgar ya que nadie ha sido más bárbaro que nosotros, persiguiendo personas por pensar diferente, haciendo guerras por nada o matándonos unos a otros por dinero. Además, como mencioné antes, nuestras culturas no son tan diferentes.

    La insatisfacción física y psíquica la hemos sentido todas las culturas. Para arreglar esto nosotros simplemente vamos a un psicólogo o algo parecido. En cambio, en la época prehispánica las personas iban a ver a un chamán. Los chamanes eran personas que tenían la habilidad de comunicarse con los dioses y cumplían un papel central en las comunidades como los encargados de la sabiduría. Generalmente su don era recibido por herencia y exigía una iniciación que consistía en largos ayunos, retiros y el uso de alucinógenos. El rito de la fuma era un rito sagrado y era relacionado con el llamado “vuelo chamánico”, que consistía en la sensación de separación entre el cuerpo y el espíritu del chamán, el cual entraba a otras dimensiones. El uso de alucinógenos era constante por la necesidad de superar la ignorancia y de traspasar los límites para encontrar soluciones a los problemas de la realidad terrenal.

    En la actualidad hay psicólogos que utilizan alucinógenos para combatir trastornos como la depresión. También están los adictos, por supuesto. ¿Por qué? Pues, entre muchas otras razones, porque el ser humano tiene la necesidad de sentirse cerca de la divinidad e incluso desde la época de los griegos buscamos formas de lograr esto.
    Otro elemento que en nuestra cultura se considera repugnante es el canibalismo. Pero, según la reflexión de Octavio Armand, ¿nosotros, los católicos, no nos comemos a Dios? Si de verdad creemos que el pan se convierte en carne y el vino en sangre, ¿No estamos haciendo lo mismo? Solo que en la época prehispánica lo hacían de una manera mucho más literal. Es más, algunas personas comparan los sacrificios prehispánicos al sacrificio de Jesús, lo que resulta muy polémico.

    Para concluir debemos darnos cuenta de la importancia del arte precolombino.  Los venezolanos nos preocupamos muy poco por este arte y por comprender nuestros orígenes. Solo cuando se le dio un valor comercial fue que comenzamos a apreciarlo, lo cual es muy triste porque el arte no se debería apreciar por el precio, sino por la belleza e importancia histórica que tiene y las ideas y emociones que expresa.

    En fin, esto es lo que hay detrás de este mundo tan extraño pero a la vez tan cercano al nuestro.