"El Grito" de Munch |
El
siglo XX fue una época de grandes cambios. Los inventos tecnológicos, los
nuevos conocimientos científicos y humanísticos y todos los hallazgos y descubrimientos
implicaron cambios sociales, económicos y culturales que obligaron al hombre a
pensar de forma diferente.
Sin
embargo, no todos estaban satisfechos con esta modernización, pues claramente
tenía un lado negativo. Éste, unido con las situaciones de guerra (antes,
durante, entre y después), fue el contexto que envolvió la explosión de las
vanguardias artísticas.
Se
conocen como vanguardias las corrientes que buscaron reinventar el arte,
confrontando los movimientos anteriores y creando una nueva visión de éste. Se dividió
en muchas tendencias, siendo una de las
primeras el expresionismo.
"El Jinete Circense" de Kirchner |
El
expresionismo surgió en Alemania y, más que un estilo con rasgos en común, fue
una nueva forma de interpretar el arte. Los expresionistas pintaban desde lo
subjetivo, lo fantástico y lo irracional, queriendo representar con esto la
esencia de las cosas, es decir, lo que no puede verse, sino solo sentirse.
En
el expresionismo se veía la realidad desde el interior del artista, siendo los
sentimientos y las emociones mucho más importantes que lo que captaba el ojo
humano. Como su nombre lo dice, la idea era expresarse, generar una impresión
en el espectador y criticar la pérdida moral que se evidenciaba en el ser
humano.
Muchos
lo categorizan como un arte pesimista, otros simplemente como realista, pero lo
cierto es que era completamente contrario al positivismo del impresionismo, que
para ese entonces se convirtió en un arte superficial. Ante una realidad como
la que se vivía, es normal que parezca hipócrita pintar colores vivos y escenas
alegres.
"Los Grandes Caballos Azules" de Marc |
Los
expresionistas terminaron con esto. Ellos no querían pretender que todo estaba
bien y todo era bueno y bello, más bien, se alejaron del ideal de belleza para
poder expresarse, y eso también es bello y no se puede juzgar. Con el expresionismo,
un artista plástico se convirtió en lo mismo que un músico, un escritor o incluso
un actor, pues ver sus obras era ver lo que pensaban, lo que sentían, lo que
opinaban. El arte de este movimiento era como un diario abierto al público y no
estaba hecho para agradarle a los demás, sino que su propósito se redujo a la
simplicidad de su nombre: “expresarse”.