miércoles, 30 de enero de 2013

Arte Chino


    La cultura china es una de las más antiguas del mundo. Esto se debe a que,  a pesar de que adoptó ciertos aspectos culturales de sus alrededores como el budismo hindú, el pueblo chino no ha sufrido grandes invasiones que lo alteren.

    Los chinos son personas con costumbres muy arraigadas, las cuales pueden parecer extrañas y desconocidas para el mundo occidental.  Por ejemplo, al saludar no tocan jamás a un desconocido, lo correcto para ellos es inclinar la cabeza. Esto puede parecer absurdo y sin sentido, sobre todo a culturas como la latina, caracterizada por ser desenvuelta y más efusiva.

    Es muy importante tomar todo esto en cuenta al tratar de entender el arte chino. Éste no puede comprenderse desde el punto de vista de las personas occidentales, ya que la cultura es completamente diferente. Es necesario tratar de despegarse de las costumbres propias para poder adentrarse en las de la antigua y sabia china.

    El arte chino está muy vinculado con la religión, principalmente con el taoísmo, confusionismo, budismo y la unión con la naturaleza. En la arquitectura se puede observar esta relación en la construcción de templos, como las pagodas; y en la escultura se ve, por ejemplo, en monumentos que fomentan la difusión del budismo.

    En la pintura, los chinos eran igual de meticulosos que en su famosa caligrafía, la cual también era considerada un arte. Se pueden encontrar magníficos trabajos en porcelana con hermosos temas naturalistas.

    Pero lo más interesante es darse cuenta cómo China hizo historia sin percatarse. A través del tiempo se crearon grandes obras y monumentos que en ese momento  pudieron significar protección, respeto o quizás un simple trabajo y que en la actualidad son apreciados como obras de arte importantísimas que deben ser preservadas.

    Obras como la Muralla China y la Ciudad Prohibida son consideradas Patrimonio de la Humanidad. Además, no solo se destacaron en la arquitectura, los Guerreros de Terracota son un claro ejemplo de que la conducta trabajadora  y paciente del chino viene de tiempo atrás. Tal vez es esta conducta la que los ha llevado a conseguir todo lo que han logrado.


    Para finalizar, es necesario reflexionar: ¿Cuántas veces hemos rechazado una costumbre  con la excusa de que está pasada de moda, o que hay mejores y nuevas formas de hacerla? Mantener un equilibrio entre tradición y modernización no es tan fácil como China hace que parezca. Así que, en vez de extrañarnos y cuestionar, deberíamos abrir los ojos y tratar de aprender lo mucho que tiene para enseñar esta grandiosa cultura oriental.